Un día un hombre llegó hasta la facultad de Física llevando en sus manos varios libros y vistiendo de un modo muy particular: llevaba un overol de esos que usan los trabajadores de las fábricas, y calzaba sandalias a pesar de ser un día muy frío.
Se acercó a la secretaria y pidió, una entrevista con el decano.
Ella le indicó que estaba en una reunión con un grupo de docentes. El hombre insistió en verlo.
La secretaria entró a buscarlo, y al rato salió el decano a verlo.
Luego de saludarlo, el hombre le dijo:
-“Señor, vengo a pedir trabajo como maestro de Física”.
El decano miró su apariencia de arriba abajo; su aspecto era la antítesis de un profesor universitario.
De pronto, el decano dibujó una leve sonrisa en su rostro y lo invitó a que lo acompañara.
Entraron en una sala donde había una media docena de docentes universitarios.
El decano le dijo:
-“Hace poco recibimos este libro como texto guía. Estamos aquí intentando solucionar unos problemas de Física. Si usted es capaz de resolverlos, lo contrato como docente”.
El hombre tomó el texto, se dirigió a una pizarra y tranquilamente comenzó a resolver uno a uno los problemas que le habían indicado.
Los docentes cambiaron poco a poco la sonrisa de burla que tenían en sus rostros por una cara de asombro.
Cuando terminó, el decano, atónito, le dijo casi tartamudeando:
-“¿Cómo pudo hacerlo? ¡Hemos estado aquí varios días sin poder resolver estos teoremas!”.
A lo que el hombre, con gran sencillez, simplemente respondió:
-“Yo soy el autor del libro”.
La mejor forma de equivocarnos con las personas es juzgarlas por aspectos externos. Ninguna persona encaja fácilmente en los estereotipos que nos formulamos de ellas.
No debemos mirar lo que está delante de nuestros ojos, debemos ver los actos, no hay que juzgar a las personas por su aspecto externo sino por los principios que tienen.
Usa tus ojos...
Para ver la belleza de la vida, o para ver el interior de las personas. No los uses para criticar maliciosamente de cómo se ven o se visten los demás, o para juzgar a las personas sólo por sus apariencias.
Usa tus oídos...
Para escuchar a tu prójimo y poder ofrecerle una palabra de aliento; para escuchar los sonidos agradables que te ayudan a olvidar las dificultades y edifican tu interior. No los uses como un arma, o para envenenar a los demás, creando cizañas, con lo escuchado.
Usa tu olfato...
Para percibir el olor de las flores, del perfume, del amor. No lo impregnes, con los malos olores, como lo son el odio, el egoísmo, la traición.
Usa tu gusto...
Para saborear el triunfo de tus metas alcanzadas, de los logros obtenidos con esfuerzo y dedicación. No lo uses para saborear las derrotas de otros, o cuando algo les sale mal.
Usa tu tacto...
Para sentir y dar amor, para tocar a las personas con tus deseos positivos, con tu caridad. No lo uses para pedir injustificadamente, o para golpear sin piedad.
¡El Sexto Sentido, el más importante...!
Es el que nos da la sabiduría para distinguir la diferencia entre los otros SENTIDOS; entre el bien y el mal, entre dar o recibir, entre salvar o matar.
A veces miramos sin ver; oímos sin escuchar; olemos sin percibir; probamos sin saborear; tocamos superficialmente...
Usa tus SENTIDOS sabiamente; no se trata de cuántos tengas, sino de cómo los utilizas.
“Tres facultades hay en el hombre: la razón que esclarece y domina; el coraje o ánimo que actúa, y los SENTIDOS que obedecen”. Platón
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Cómo usar mejor los sentidos?
El relato que cuentas a diario ocurre y a menudo pienso
< Que bueno >.
Porque estos seres que pasan desapercibidos por la masa, son tan valiosos y viven una vida en un mundo extraordinario.
Estaría mal pensar que sufren y no son valorados, ellos no requieren de esos reconocimientos que la sociedad insensible otorga y que de poco sirven.
Ahora... que malo por los que catalogan según el aspecto y los parámetros de la sociedad... Mirar de arriba hacia abajo y usar tales valores.
Creo todo es aprendido, los hijos hacen por imitación lo que ven hacer a sus padres, luego lo hacemos tradición y cosa de todos los días, y repetimos y damos valor a los seres que marcamos como ejemplos o
garantes de opinión, de valor ó cultura... reconocimiento, poder económico y ser atractivo es lo que marcan el rumbo de la sociedad.
Lo importante, valores, ética y espiritualidad al parecer no está tan al alcance de la sociedad porque no lo aprecian, no han usado bien sus sentidos para nutrir a su inteligencia.
La segunda parte de tu propuesta es hermosa y nos das la clave de que hacer, como actuar para alcanzar lo importante.
Hoy la adopto y me lo llevo como prioridad para enseñar a mis hijos.
* Llevarme el propósito de usar los cinco sentidos de una manera correcta y distinguir lo valioso y real que ellos nos muestran.
Dices bien:
Usar tus ojos, tus oidos, tu tacto, tu gusto, tu olfato...
Para apreciar la belleza de la vida, lo bueno de las personas, su lado amable... escuchar a tu próximo cuando necesita ayuda ó cuando dice palabras que nutren tu alma y contribuye a edificar tu interior...
distinguir el olor del amor y el de las flores... usa tu gusto para saborear y compartir tu exito ó el de los otros, es delicioso y sabe mejor... y sabes? se multiplica como los panes... luego tocas a las personas para contagiarte de optimismo y pegarles tu felicidad...
Aquí amiga hago un alto y señalo...
Hagamoslo así, sin distinción ni propósito de beneficio ó lucro, que es como marca la "sociedad"...
Hagamoslo con cariño y propósito de llevar bienestar... y como dice
mi paisana Lolita Ayala... "Solo por ayudar"... entonces ocurre un milagro... y el sexto sentido que señalas, mezcla de los sentidos con el ánimo y la razón... dejará de ser intuitivo y te llevará a ser un buen catador y andar por el mundo apreciando siempre lo correcto, lo bueno... y ayudamos a que florezca eso que es bueno.
Me recuerdas al Zorro del Principito cuando dice...
< Solo con el corazón se vé bien... lo esencial es invisible para los ojos >
Y así es, esa virtud la tienen los niños, pronto perdonan, pronto comparten, pronto distinguen lo bueno... el mundo crece y se hace adulto, agradezco a Dios por los niños, los grandes ya vividos y con experiencias buenas y malas, olvidamos ser niños y luego transmitimos esos rencores procurando guardarlos del sufrimiento...
y atrofiamos sus sentidos.
Como usar mejor los sentidos...
Buscando dentro de nosotros a ese ser que fuimos, que un día nació y miró el mundo con asombro y vio que todo era bello... y era feliz y sonreía, tenía fé y compartía, creía que todo era posible y que todos eran buenos, no tenía temor y esperaba solo lo bueno...
Usemos nuestros sentidos con alma de niño y ocurrirá que todo será como en ese momento... ocurre que llega la sabiduría y distinguimos lo bueno y somos inmunes al desánimo y a adversidad así nos ocurra,
retornamos al optimismo y somos antidoto de la soledad y la tristeza... y siempre encontramos solución a los problemas.
No... no es utopía, es real y ocurre.
Sé que los niños ven a través de los ojos de Dios
Los mayores, jugemos con los niños... luego por ahí volvemos a serlo.
Gracias Hanna
por tan bello mensaje.
Hasta pronto
un beso en tus manos.
Juan Carlos
Desafortunadamente a un buen porcentaje de la Humanidad se le olvidó usar bien sus sentidos...especialmente uno:EL SENTIDO COMÚN ...que debería ser el más común de los sentidos.Razón tenía el maestro de los cristianos al decir: "No hay peor sordo que el que no quiere oír...ni peor ciego que el que no quiere ver".
Querida Socorro:
La palabra “sentido” suele usarse de dos maneras: como medio de obtener percepciones, sensaciones, y emociones, para nuestra Conciencia, y como dirección, camino, o propósito de una idea.
La anécdota que has relatado es paradojal e ilustrativa, y denota la indiferencia cada vez mayor hacia la escala de los valores humanos.
Hemos construido un orden social de apariencias, en donde la persona sólo vale por lo que vende o lo que compra.
A pesar de esto, la humanidad continúa avanzando en su camino, porque el ADN es el fondo evolutivo de nuestras facultades conscientes, y el único legado generacional de las especies.
Tus planteamientos son siempre muy interesantes.
Un abrazo cordial.
J.M.
Hermoso e interesantísimo texto y mensaje...
Gracias Socorro por compartirlo, es tan importante lo que dice, y tan cierto...
Es así. Los sentidos o a través de ellos, los cinco en principio, son motivadores de emociones y el sexto que mencionas sabiamente, es increiblemente fiel a la consigna de vivir, de distinguir el blanco del negro y separar definitivamente esa tenue línea gris que intenta mezclar estos dos absolutos colores creando un tercero que no define, sino que es tibio y cruel. De este debemos aferrarnos y recordar a Platón con su premisa...
Un beso y nuevas gracias amiga
Pues eso es usar bien los sentidos. Sabio el Decano, contrario al cónsul de mi país que una vez yo en UK necesité ir a su oficina, y el estúpido burócrata me atendió, pero en inglés (Soy de un país que habla la lengua hispana, advierto).
Oh! Que padrisimo! me gusto.
Buena noche!
Asi es amiga,
no importa cuantos sentidos tengas
sino como los utilizas.
Muy bueno.
El hábito no hace al monje.
El envase a veces nos confunde y cómo!
Gracias por tú información, pues hace pensar mucho y es muy interesante para ponerla rápidamente en practica. Genial de verdad, toda una lección de la vida.
socorro...que buen aporte nos haces y con frase celebre a bordo y muy bien traída.te falto hablar del sexto sentido como el del sentido común que es el mas escaso entre todos. suerte y salud y sigue aportando. ahí va tu estrella.
Hola Amiga, Exelente lo Que Compartes....Felicidades Y Gracias...Te dejo una Estrella muy Merecida....he..salu2