Cierto su desmedida fascinación por las joyas la hacia adquirir todo lo que le ofrecían, además de su famosa colección de vestidos y de calzado de la cual se hablaba podía usar zapatillas diferentes cada día, además de ser la reina monárquica tuvo el gran error de Omisión, siempre que se le informaba sobre las carencias del pueblo simplemente no le daba importancia, ese fue su gran pecado, mientras en el Palacio de Versalles se daban grandes banquetes el pueblo padecía de hambre, una ocasión se le comento que el pueblo no tenia pan para alimentarse y contesto sarcástica e ingenuamente ¡Que coman Pasteles!.
Ese fue su más grande error la ignorancia y candidez de la joven reina Ma.Antonieta que sin darse cuenta enardecio más a la turba que ya estaba harta de la monarquía y pobreza, empezaba a gestarse un moviento con ideas nuevas de equidad, igualdad y libertad de Voltaire, Rousseau y Montesquieu que la llevaron al final a la Guillotina.
MarÃa Antonieta intenta influir en la polÃtica del Rey nombrando y destituyendo ministros caprichosamente o siguiendo los consejos interesados de sus amigos. AsÃ, por una cabezonerÃa, se inmiscuye en el caso Guines (embajador en Londres, acusado de una conspiración para llevar a Francia a la guerra), que provoca la caÃda en desgracia de Turgot. El barón Pichler, secretario de MarÃa Teresa I, resume con mucho tacto la opinión general y escribe:
Ella no quiere ser gobernada, ni dirigida, ni siquiera guiada por las personas entendidas. Esta es la cuestión hacia la cual todos sus pensamientos parecen, hasta el presente, estar concentrados. Fuera de esto, no reflexiona demasiado, y el uso que ha hecho, hasta el momento, de su independencia es evidente, pues sólo se ha preocupado de la diversión y la frivolidad.
Pero la Revolución francesa produjo un cambio en MarÃa Antonieta, su caida en desgracia, el traslado impuesto del majestuoso Versalles a las TullerÃas en ParÃs y el instinto materno hacia sus hjios sobrevivientes, el delfÃn Luis Carlos y la princesa MarÃa Teresa, hicieron de ella un mujer sufriente, estoica y abnegada. Fue ella quien tomó las riendas de su familia ante la pasividad del rey y quien negoció con quien fuera para salvaguarda de sus seres más queridos, contando para ello con la ayuda de su "amigo del alma", el conde sueco Fersen.
Las circunstancias de la Revolución y del exterior la llevaron a intentar una fuga a la familia real, que fue detenida en la localidad de Varennes, siendo devueltos todos a ParÃs y encarcelados en la prisión del Temple. A la ejecución de su esposo en enero de 1793, la reina debió soportar el alejamiento de sus hijos, especialmente el desdichado Luis XVII que se perdió definitivamente y luego de ser internada en la ConserjerÃa (antesala de la muerte) durante meses (mientras la Convención negociaba sin exito con Austria, su patria, su libertad), finalmente sufrió el suplicio dignamente (inmortalizada su figura por el pintor Luis David) y fue enterrada en una fosa común cerca de la Madeleine.
maria antonieta era la esposa de luis xvi. ambos se rascaban todo el dia. Emitian medidas tiranas y absolutistas. y eso les costo la cabeza a consecuencia de la revolucion francesa
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Cierto su desmedida fascinación por las joyas la hacia adquirir todo lo que le ofrecían, además de su famosa colección de vestidos y de calzado de la cual se hablaba podía usar zapatillas diferentes cada día, además de ser la reina monárquica tuvo el gran error de Omisión, siempre que se le informaba sobre las carencias del pueblo simplemente no le daba importancia, ese fue su gran pecado, mientras en el Palacio de Versalles se daban grandes banquetes el pueblo padecía de hambre, una ocasión se le comento que el pueblo no tenia pan para alimentarse y contesto sarcástica e ingenuamente ¡Que coman Pasteles!.
Ese fue su más grande error la ignorancia y candidez de la joven reina Ma.Antonieta que sin darse cuenta enardecio más a la turba que ya estaba harta de la monarquía y pobreza, empezaba a gestarse un moviento con ideas nuevas de equidad, igualdad y libertad de Voltaire, Rousseau y Montesquieu que la llevaron al final a la Guillotina.
MarÃa Antonieta intenta influir en la polÃtica del Rey nombrando y destituyendo ministros caprichosamente o siguiendo los consejos interesados de sus amigos. AsÃ, por una cabezonerÃa, se inmiscuye en el caso Guines (embajador en Londres, acusado de una conspiración para llevar a Francia a la guerra), que provoca la caÃda en desgracia de Turgot. El barón Pichler, secretario de MarÃa Teresa I, resume con mucho tacto la opinión general y escribe:
Ella no quiere ser gobernada, ni dirigida, ni siquiera guiada por las personas entendidas. Esta es la cuestión hacia la cual todos sus pensamientos parecen, hasta el presente, estar concentrados. Fuera de esto, no reflexiona demasiado, y el uso que ha hecho, hasta el momento, de su independencia es evidente, pues sólo se ha preocupado de la diversión y la frivolidad.
Una verdadera campaña de desprestigio se monta contra ella desde su acceso al trono. Circulan los panfletos, se la acusa de tener amantes (el conde de Artois, su cuñado o el conde sueco Hans Axel de Fersen) e incluso de mantener relaciones con mujeres (con la condesa de Polignac o la princesa de Lamballe); de despilfarrar el dinero público en frivolidades o en sus favoritos; de seguirle el juego a Austria, dirigida por su hermano José II. Hay que reconocer, sin embargo, que ella ha hecho todo lo posible para favorecer al partido anti-austrÃaco, deponiendo de su cargo a D’Aiguillon y sustituyéndolo por Choiseul, pero todo habÃa sido en vano. Versalles se queda vacÃo, huyen los cortesanos desdeñados por la reina y los que no tienen los medios suficientes para sostener los gastos de la Corte.
La Revolución de 1789En 1789 la situación de la Reina es insostenible. Corre el rumor de que Monsieur (futuro Luis XVIII) habrÃa depositado en la asamblea de los notables de 1787 un dossier que probaba la ilegitimidad de los infantes reales. El rumor menciona un retiro de la Reina en Val-de-Grâce. El abad Soulavie, en sus Mémoires historiques y politiques del reinado de Luis XVI, escribe que se pensaba que MarÃa Antonieta «se llevarÃa con ella todas las maldiciones del pueblo y que la autoridad real serÃa, por este motivo, total y súbitamente regenerada y restaurada».
El 4 de mayo de 1789 se abren los Estados Generales. Después de la misa de apertura sube al púlpito monseñor de la Fare que, con duras palabras, ataca a MarÃa Antonieta denunciando el lujo desenfrenado de la Corte y de los que, hastiados de este lujo, buscan el placer en «una imitación pueril de la naturaleza» (contado por Adrien Duquesnoy en el Journal sur l’Assemblée constituante), alusión evidente al Pequeño Trianón.
El 4 de junio muere el pequeño Luis José. Para evitar gastos se sacrifica el ceremonial en la basÃlica de Saint-Denis. La actualidad polÃtica no permite a la familia real un sepelio solemne. Conmocionada por este acontecimiento y desorientada por el cariz que toman los Estados Generales, MarÃa Antonieta se deja convencer por la idea de una contrarrevolución. En julio, Luis XVI destituye a Necker. La Reina quema sus papeles y recoge sus diamantes, trata de convencer al Rey para dejar Versalles e ir a una plaza fuerte segura, lejos de ParÃs. Desde el 14 de julio un registro de proscripción circula por ParÃs. Los favoritos de la Reina están en primer lugar y la cabeza de la Reina tiene fijado el precio. Se la acusa de querer hacer saltar el Parlamento con una bomba y de mandar a las tropas sobre ParÃs.
La participación de Maria Antonieta en la Revolución Francesa,
( la próxima vez ya sabes como se escribe )
Si participación fue ser miembro de la monarquÃa, se decÃa que
gastaba mucho, mientras el pueblo se morÃa de hambre y de frÃo.
Al igual que los demas miembros de la realeza ella se divertia y gastaba en
joyas etc. Esa fue su participacion: ser la reina, y ser odiada
MarÃa Antonieta como delfina y reina de Francia tuvo dos etapas bien diferenciadas en su vida.
Antes de la Revolución, esta princesa austrÃaca hija menor de la emperatriz MarÃa Teresa y casada con Luis XVI siendo este aún delfÃn, era frÃvola, dedicada más que nada a los placeres y poco a la lectura y cosas más o menos profundas, fuen en esos tiempos la reina del rococó, eran famosas sus bailes y sesiones de juego en el Petit Trianon, junto a sus favoritos y favoritas, como la princesa Lamballe, los Polignac y su cuñado el conde de Artois. Su marido Luis XVI era débil e irresoluto, solo interesado en la buena mesa, la caza y su hobbie la cerrajerÃa.
Pero la Revolución francesa produjo un cambio en MarÃa Antonieta, su caida en desgracia, el traslado impuesto del majestuoso Versalles a las TullerÃas en ParÃs y el instinto materno hacia sus hjios sobrevivientes, el delfÃn Luis Carlos y la princesa MarÃa Teresa, hicieron de ella un mujer sufriente, estoica y abnegada. Fue ella quien tomó las riendas de su familia ante la pasividad del rey y quien negoció con quien fuera para salvaguarda de sus seres más queridos, contando para ello con la ayuda de su "amigo del alma", el conde sueco Fersen.
Las circunstancias de la Revolución y del exterior la llevaron a intentar una fuga a la familia real, que fue detenida en la localidad de Varennes, siendo devueltos todos a ParÃs y encarcelados en la prisión del Temple. A la ejecución de su esposo en enero de 1793, la reina debió soportar el alejamiento de sus hijos, especialmente el desdichado Luis XVII que se perdió definitivamente y luego de ser internada en la ConserjerÃa (antesala de la muerte) durante meses (mientras la Convención negociaba sin exito con Austria, su patria, su libertad), finalmente sufrió el suplicio dignamente (inmortalizada su figura por el pintor Luis David) y fue enterrada en una fosa común cerca de la Madeleine.
maria antonieta era la esposa de luis xvi. ambos se rascaban todo el dia. Emitian medidas tiranas y absolutistas. y eso les costo la cabeza a consecuencia de la revolucion francesa