Me parece perfecto que se nos de la opción de acabar con el sufrimiento de una forma digna. Totalmente a favor. Si Dios existe lo comprenderá perfectamente, no creo que a Dios le guste ver a la gente agonizar.
(Del gr. εὖ, bien, y θάνατος, muerte). f. Acción u omisión que, para evitar sufrimientos a los pacientes desahuciados, acelera su muerte con su consentimiento o sin él. Muerte sin sufrimiento físico.
La Eutanasia es una práctica contraria al Mandamiento de Dios: “No Matarás” y de hacerlo es un pecado grave por ser homicidio.
Sin embargo hay salvedades como lo indican los Artículos 2278 y 2279 del Catecismo de la Iglesia Católica, que expresan:
2278.-La interrupción de tratamientos médicos onerosos, peligrosos, extraordinarios o desproporcionados a los resultados puede ser legítima. Interrumpir esos tratamientos es rechazar el “encarnizamiento terapéutico”.
Con esto no se pretende provocar la muerte, se acepta no poder impedirla.
Las decisiones deben ser tomadas por el paciente, si para ello tiene competencia y capacidad o si no por los que tienen los derechos legales, respetando siempre la voluntad razonable y los intereses legítimos del paciente.
2279.-Aunque la muerte se considere inminente, los cuidados ordinarios debidos a una persona enferma no pueden ser legítimamente interrumpidos.
El uso de analgésicos para aliviar los sufrimientos del moribundo, incluso con riesgo de abreviar sus días, puede ser moralmente conforme a la dignidad humana si la muerte no es pretendida, ni como fin ni como medio, sino solamente prevista y tolerada como inevitable.
Los cuidados paliativos constituyen una forma privilegiada de la caridad desinteresada. Por esta razón deben ser alentados.
Estoy de acuerdo en muchos casos, en especial cuando el cuerpo y su mente pasaron a ser simples vegetales que viven con maquinas. La muerte debe ser natural no forzada,entonces desconecten las maquinas para que ese cuerpo tome el camino normal de una muerte anunciada pero muerte al fin.
Sin entrar en tontas discusiones, te voy a dar mi opinión: no creo en la eutanasia, pues la vida no es nuestra, sino que es de Dios, así que así como Él la da, así Él la debe quitar.
No no les doy puta4s y cerveza y se ponen mamo0nes, y si ya se los va a cargar la Verg4 mejor no gasten en pendejad4s hay un sentido que es el 6 sabrían que es lo que ocurra.
Este es un tema muy difícil. Hay dos lados que son difíciles de balancear. En un extremo, no queremos tomar en nuestras manos la vida de una persona y terminarla prematuramente - eutanasia. En el otro extremo, ¿hasta qué punto simplemente permitimos que una persona muera, y dejamos de tomar acciones que preserven su vida?
La abrumadora verdad que lleva a la conclusión de que Dios se opone a la eutanasia, es Su soberanía. Sabemos que la muerte física es inevitable (Salmo 89:48; Hebreos 9:27). Sin embargo, sólo Dios es soberano sobre cuándo y cómo ocurre la muerte de una persona. Job testifica en Job 30:23, “Porque yo sé que (Tú Dios) me conduces a la muerte, y a la casa determinada a todo viviente.” En el Salmo 68:20, leemos, “Dios, nuestro Dios ha de salvarnos, y de Jehová el Señor es el librar de la muerte.” Eclesiastés 8:8a declara: “No hay hombre que tenga potestad sobre el espíritu para retener el espíritu, ni potestad sobre el día de la muerte;…” Dios tiene la última palabra sobre la muerte (ver también 1 Corintios 15:26, 54-56; Hebreos 2:9, 14-15; Apocalipsis 21:4). La eutanasia es la forma en que el hombre trata de usurpar esa autoridad de Dios.
La muerte es un evento natural. Algunas veces Dios permite que una persona sufra mucho antes de que la muerte llegue; otras veces, el sufrimiento de la persona se acorta. Nadie disfruta del sufrimiento, pero esto no justifica el determinar que una persona está lista para morir. Con frecuencia, los propósitos de Dios son cumplidos a través del sufrimiento de una persona. “En el día del bien goza del bien; y en el día de la adversidad considera, Dios hizo tanto lo uno como lo otro, a fin de que el hombre nada halle después de él.” (Eclesiastés 7:14) Romanos 5:3 enseña que las tribulaciones producen paciencia. Dios se preocupa por aquellos que imploran que la muerte termine sus sufrimientos. Dios otorga un propósito a la vida aún hasta su final. Solo Dios sabe lo que es mejor, y Su tiempo aún en la muerte de uno, es perfecto.
Al mismo tiempo, la Biblia no nos ordena hacer todo lo que podamos para prolongar la vida de una persona. Si una persona ha sido mantenida viva sólo por máquinas, no es inmoral apagar las máquinas y permitir que la persona muera. Si una persona ha estado en un persistente estado vegetativo por un prolongado período de tiempo, no sería una ofensa a Dios el desconectar los tubos o máquinas que estén manteniendo viva a la persona. Si Dios deseara mantener viva a una persona, Él es perfectamente capaz de hacerlo sin la ayuda de tubos y/o máquinas.
Tomar una decisión como ésta, es muy difícil y doloroso. Nunca es fácil decirle a un doctor que suspenda lo que sostiene la vida de un ser querido. Nunca debemos buscar terminar la vida prematuramente, pero al mismo tiempo, tampoco debemos preservar una vida tanto como sea posible. El mejor consejo para cualquiera que enfrente esta decisión es orar a Dios por sabiduría respecto a lo que Él quiera que hagas (Santiago 1:5).
Solo Dios da la vida y sólo Dios la quita, pero la verdad hay situaciones tan dolorosas que yo siento que debería ayudarse a bien morir a la persona, porque un enfermo grave, sufre él, la familia los amigos, los doctores las enfermeras, etc y es demasiado, mejor que uno se muera a estar causando tanto problema
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Me parece perfecto que se nos de la opción de acabar con el sufrimiento de una forma digna. Totalmente a favor. Si Dios existe lo comprenderá perfectamente, no creo que a Dios le guste ver a la gente agonizar.
Delante de las leyes divinas es un crimen. No decidimos sobre la vida y la muerte, sólo Dios.
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Hola,
Eutanasia:
(Del gr. εὖ, bien, y θάνατος, muerte). f. Acción u omisión que, para evitar sufrimientos a los pacientes desahuciados, acelera su muerte con su consentimiento o sin él. Muerte sin sufrimiento físico.
La Eutanasia es una práctica contraria al Mandamiento de Dios: “No Matarás” y de hacerlo es un pecado grave por ser homicidio.
Sin embargo hay salvedades como lo indican los Artículos 2278 y 2279 del Catecismo de la Iglesia Católica, que expresan:
2278.-La interrupción de tratamientos médicos onerosos, peligrosos, extraordinarios o desproporcionados a los resultados puede ser legítima. Interrumpir esos tratamientos es rechazar el “encarnizamiento terapéutico”.
Con esto no se pretende provocar la muerte, se acepta no poder impedirla.
Las decisiones deben ser tomadas por el paciente, si para ello tiene competencia y capacidad o si no por los que tienen los derechos legales, respetando siempre la voluntad razonable y los intereses legítimos del paciente.
2279.-Aunque la muerte se considere inminente, los cuidados ordinarios debidos a una persona enferma no pueden ser legítimamente interrumpidos.
El uso de analgésicos para aliviar los sufrimientos del moribundo, incluso con riesgo de abreviar sus días, puede ser moralmente conforme a la dignidad humana si la muerte no es pretendida, ni como fin ni como medio, sino solamente prevista y tolerada como inevitable.
Los cuidados paliativos constituyen una forma privilegiada de la caridad desinteresada. Por esta razón deben ser alentados.
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Saludos
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Estoy de acuerdo en muchos casos, en especial cuando el cuerpo y su mente pasaron a ser simples vegetales que viven con maquinas. La muerte debe ser natural no forzada,entonces desconecten las maquinas para que ese cuerpo tome el camino normal de una muerte anunciada pero muerte al fin.
La apruebo. es opcion de cada uno permanecer o no con vida
Una cosa es desconectar al paciente cuando por las lesiones u
enfermedad la ciencia médica indique que no podrá recuperarse.
Y otra el que una paciente en pleno control de sus facultades
busque la eutanasia.
En este último caso, habría sido bueno para la paciente que
estuviera segura que resultados tendrá su "paso" hacia el
más allá de la muerte y lo que le puede generar en la vida
del Alma.
Lo que se nos escapa saber es que el cuerpo que tenemos,
no es nuestro sino que lo tenemos prestado, y aún sabiéndolo
propiciamos en él malas cosas y malas costumbres.
La Ley es la que determina lo que tenemos que vivir y hasta cuando,
pero no aceptamos esto ya que si no estamos enfermos nos
rebelamos si esta Ley se cumple en nosotros.
Sin entrar en tontas discusiones, te voy a dar mi opinión: no creo en la eutanasia, pues la vida no es nuestra, sino que es de Dios, así que así como Él la da, así Él la debe quitar.
Saludos de Cristiano Católico V.
No no les doy puta4s y cerveza y se ponen mamo0nes, y si ya se los va a cargar la Verg4 mejor no gasten en pendejad4s hay un sentido que es el 6 sabrían que es lo que ocurra.
Este es un tema muy difícil. Hay dos lados que son difíciles de balancear. En un extremo, no queremos tomar en nuestras manos la vida de una persona y terminarla prematuramente - eutanasia. En el otro extremo, ¿hasta qué punto simplemente permitimos que una persona muera, y dejamos de tomar acciones que preserven su vida?
La abrumadora verdad que lleva a la conclusión de que Dios se opone a la eutanasia, es Su soberanía. Sabemos que la muerte física es inevitable (Salmo 89:48; Hebreos 9:27). Sin embargo, sólo Dios es soberano sobre cuándo y cómo ocurre la muerte de una persona. Job testifica en Job 30:23, “Porque yo sé que (Tú Dios) me conduces a la muerte, y a la casa determinada a todo viviente.” En el Salmo 68:20, leemos, “Dios, nuestro Dios ha de salvarnos, y de Jehová el Señor es el librar de la muerte.” Eclesiastés 8:8a declara: “No hay hombre que tenga potestad sobre el espíritu para retener el espíritu, ni potestad sobre el día de la muerte;…” Dios tiene la última palabra sobre la muerte (ver también 1 Corintios 15:26, 54-56; Hebreos 2:9, 14-15; Apocalipsis 21:4). La eutanasia es la forma en que el hombre trata de usurpar esa autoridad de Dios.
La muerte es un evento natural. Algunas veces Dios permite que una persona sufra mucho antes de que la muerte llegue; otras veces, el sufrimiento de la persona se acorta. Nadie disfruta del sufrimiento, pero esto no justifica el determinar que una persona está lista para morir. Con frecuencia, los propósitos de Dios son cumplidos a través del sufrimiento de una persona. “En el día del bien goza del bien; y en el día de la adversidad considera, Dios hizo tanto lo uno como lo otro, a fin de que el hombre nada halle después de él.” (Eclesiastés 7:14) Romanos 5:3 enseña que las tribulaciones producen paciencia. Dios se preocupa por aquellos que imploran que la muerte termine sus sufrimientos. Dios otorga un propósito a la vida aún hasta su final. Solo Dios sabe lo que es mejor, y Su tiempo aún en la muerte de uno, es perfecto.
Al mismo tiempo, la Biblia no nos ordena hacer todo lo que podamos para prolongar la vida de una persona. Si una persona ha sido mantenida viva sólo por máquinas, no es inmoral apagar las máquinas y permitir que la persona muera. Si una persona ha estado en un persistente estado vegetativo por un prolongado período de tiempo, no sería una ofensa a Dios el desconectar los tubos o máquinas que estén manteniendo viva a la persona. Si Dios deseara mantener viva a una persona, Él es perfectamente capaz de hacerlo sin la ayuda de tubos y/o máquinas.
Tomar una decisión como ésta, es muy difícil y doloroso. Nunca es fácil decirle a un doctor que suspenda lo que sostiene la vida de un ser querido. Nunca debemos buscar terminar la vida prematuramente, pero al mismo tiempo, tampoco debemos preservar una vida tanto como sea posible. El mejor consejo para cualquiera que enfrente esta decisión es orar a Dios por sabiduría respecto a lo que Él quiera que hagas (Santiago 1:5).
Solo Dios da la vida y sólo Dios la quita, pero la verdad hay situaciones tan dolorosas que yo siento que debería ayudarse a bien morir a la persona, porque un enfermo grave, sufre él, la familia los amigos, los doctores las enfermeras, etc y es demasiado, mejor que uno se muera a estar causando tanto problema