Los choques entre grupos del partido Radical obedecen a una vieja rencilla entre personalistas y antipersonalistas, presente ya en los días de la abstención anteriores a la Ley Sáenz Peña, y agudizada durante la presidencia de Yrigoyen. Legisladores y dirigentes radicales plantean reiteradamente su protesta por el personalismo avasallador de Yrigoyen.
El líder del radicalismo antipersonalista fue Leopoldo Melo. Con él estaban entre otros Vicente Gallo, Tomás Le Breton, José P. Tamborini, Enrique Mosca, José C. Crotto, Roberto M. Ortiz, el lencinismo de Mendoza, el bloquismo de San Juan, los radicales principistas de Entre Ríos con Miguel Laurencena a la cabeza. Los antipersonalistas criticaban el liderazgo vertical y personalista de Yrigoyen, así como su personalidad cerrada y poco proclive al diálogo. Los antipersonalistas daban máxima importancia a una de las cuatro banderas que Leandro Alem señaló como bases del radicalismo: "la impersonalidad de la coalición".
En 1925, la Unión Cívica Radical Antipersonalista constituyó su propio Comité Nacional. En las elecciones parlamentarias de 1926 concurrió con candidatos propios y se ubicó como segunda fuerza nacional con 218 000 votos detrás de la UCR que obtuvo 338 000 votos. Debido a que los conservadores se habían ubicado terceros con 160 000 votos, la posibilidad de una alianza de conservadores y antipersonalistas aparecía como una posibilidad cierta para obtener la victoria en las elecciones presidenciales de 1928.
Aunque Alvear apoyaba al antipersonalismo cuando el sector intentó intervenir la provincia de Buenos Aires para afectar la posibilidades electorales del yrigoyenismo, Alvear se negó y lo impidió, afectando seriamente al radicalismo antipersonalista.
Simultáneamente, surgieron movimientos radicales autónomos, como el que desarrollaron los Lencinas en Mendoza. El "lencinismo" estaba enfrentado a Hipólito Yrigoyen y se alineó originalmente con los antipersonalistas. Pero poco habría de durar la alianza, en especial porque las políticas sociales del lencinismo (jornada de ocho horas, ley de salario mínimo, creación de cajas de jubilaciones y pensiones), entre otras, chocaban con el sesgo conservador del antipersonalismo. Debido a ello Alvear intervino Mendoza en 1924.
Los radicales yrigoyenistas como Horacio Oyhanarte, el Vicepresidente Elpidio González, Délfor del Valle, el gobernador de Buenos Aires José Luis Cantilo, y un grupo de jóvenes liderados por Diego Luis Molinari, defendían ardorosamente el fuerte liderazgo de Yrigoyen. Es entonces cuando apareció el apodo de "el peludo" que los antipersonalistas le asignaron a Yrigoyen por su personalidad cerrada.
En 1927, la Unión Cívica Radical Antipersonalista eligió como candidato a presidente a Leopoldo Melo, acompañado por Vicente Gallo para vicepresidente, que sería inmediatamente apoyado por la Confederación de las Derechas, unificadora de todo el espectro conservador.
El 1 de abril se realizaron las elecciones. Los dos candidatos con posibilidades eran radicales. Triunfó Yrigoyen por una diferencia aplastante: 840 000 votos contra 440 000 de Melo-Gallo.
La UCR, se desintegra casi al fin del perÃodo de del presidente Albear en 1928, para formar dos frentes: Los personalistas que apoyaban a su caudillo Hipólito Yrigoyen, y los anti-personalistas que apoyaban a al candidato de Albear, Leopoldo Melo.
radicales personalistas y radicales antipersonalistas. Los primeros reconocÃan el liderazgo de Hipólito Yrigoyen, los segundos el de Marcelo T de Alvear
Marcelo fue el último descendiente de la saga de dirigentes polÃticos de la familia Alvear.2 Tuvo un perfil legalista ante los pedidos de intervenir provincias por parte de sus correligionarios, contrariamente a las polÃticas de su antecesor, Hipólito Yrigoyen.
Se presentó como candidato a la presidencia bajo la fórmula Alvear-Mosca en 1937. En esas elecciones ganarÃa el candidato Roberto Marcelino Ortiz, gracias al fraude electoral orquestado por los conservadores.
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Los choques entre grupos del partido Radical obedecen a una vieja rencilla entre personalistas y antipersonalistas, presente ya en los días de la abstención anteriores a la Ley Sáenz Peña, y agudizada durante la presidencia de Yrigoyen. Legisladores y dirigentes radicales plantean reiteradamente su protesta por el personalismo avasallador de Yrigoyen.
El líder del radicalismo antipersonalista fue Leopoldo Melo. Con él estaban entre otros Vicente Gallo, Tomás Le Breton, José P. Tamborini, Enrique Mosca, José C. Crotto, Roberto M. Ortiz, el lencinismo de Mendoza, el bloquismo de San Juan, los radicales principistas de Entre Ríos con Miguel Laurencena a la cabeza. Los antipersonalistas criticaban el liderazgo vertical y personalista de Yrigoyen, así como su personalidad cerrada y poco proclive al diálogo. Los antipersonalistas daban máxima importancia a una de las cuatro banderas que Leandro Alem señaló como bases del radicalismo: "la impersonalidad de la coalición".
En 1925, la Unión Cívica Radical Antipersonalista constituyó su propio Comité Nacional. En las elecciones parlamentarias de 1926 concurrió con candidatos propios y se ubicó como segunda fuerza nacional con 218 000 votos detrás de la UCR que obtuvo 338 000 votos. Debido a que los conservadores se habían ubicado terceros con 160 000 votos, la posibilidad de una alianza de conservadores y antipersonalistas aparecía como una posibilidad cierta para obtener la victoria en las elecciones presidenciales de 1928.
Aunque Alvear apoyaba al antipersonalismo cuando el sector intentó intervenir la provincia de Buenos Aires para afectar la posibilidades electorales del yrigoyenismo, Alvear se negó y lo impidió, afectando seriamente al radicalismo antipersonalista.
Simultáneamente, surgieron movimientos radicales autónomos, como el que desarrollaron los Lencinas en Mendoza. El "lencinismo" estaba enfrentado a Hipólito Yrigoyen y se alineó originalmente con los antipersonalistas. Pero poco habría de durar la alianza, en especial porque las políticas sociales del lencinismo (jornada de ocho horas, ley de salario mínimo, creación de cajas de jubilaciones y pensiones), entre otras, chocaban con el sesgo conservador del antipersonalismo. Debido a ello Alvear intervino Mendoza en 1924.
Los radicales yrigoyenistas como Horacio Oyhanarte, el Vicepresidente Elpidio González, Délfor del Valle, el gobernador de Buenos Aires José Luis Cantilo, y un grupo de jóvenes liderados por Diego Luis Molinari, defendían ardorosamente el fuerte liderazgo de Yrigoyen. Es entonces cuando apareció el apodo de "el peludo" que los antipersonalistas le asignaron a Yrigoyen por su personalidad cerrada.
En 1927, la Unión Cívica Radical Antipersonalista eligió como candidato a presidente a Leopoldo Melo, acompañado por Vicente Gallo para vicepresidente, que sería inmediatamente apoyado por la Confederación de las Derechas, unificadora de todo el espectro conservador.
El 1 de abril se realizaron las elecciones. Los dos candidatos con posibilidades eran radicales. Triunfó Yrigoyen por una diferencia aplastante: 840 000 votos contra 440 000 de Melo-Gallo.
Saludos!!!!
La UCR, se desintegra casi al fin del perÃodo de del presidente Albear en 1928, para formar dos frentes: Los personalistas que apoyaban a su caudillo Hipólito Yrigoyen, y los anti-personalistas que apoyaban a al candidato de Albear, Leopoldo Melo.
radicales personalistas y radicales antipersonalistas. Los primeros reconocÃan el liderazgo de Hipólito Yrigoyen, los segundos el de Marcelo T de Alvear
Máximo Marcelo Torcuato de Alvear (Buenos Aires, 4 de octubre de 1868 — Don Torcuato, Provincia de Buenos Aires, 23 de marzo de 1942), fue un abogado y polÃtico argentino, que se desempeñó como embajador en Francia, diputado y décimo noveno Presidente de la Nación Argentina entre el 12 de octubre de 1922 y la misma fecha del año 1928. Su gobierno estuvo marcado por el avance automotor en la Argentina, la exitosa explotación petrolera, la ausencia de conflictos y el crecimiento económico, demostrado en el gran aumento del PIB por habitante, cuyo Ãndice para el año 1928 alcanzó el sexto puesto entre los más altos del mundo. Marcelo fue el último descendiente de la saga de dirigentes polÃticos de la familia Alvear. Tuvo un perfil legalista ante los pedidos de intervenir provincias por parte de sus correligionarios, contrariamente a las polÃticas de su antecesor, Hipólito Yrigoyen. Alvear fue el lÃder de la facción "antipersonalista" de la UCR, en oposición a la figura personalista de Yrigoyen; al morir este último Alvear se convirtió en lÃder de la Unión CÃvica Radical. Fue preso polÃtico durante la década infame en la isla MartÃn GarcÃa, y por ello tuvo que recurrir al exilio a Europa. Se presentó como candidato a la presidencia bajo la fórmula Alvear-Mosca en 1937. En esas elecciones ganarÃa el candidato Roberto Marcelino Ortiz, gracias al fraude electoral orquestado por los conservadores. El personaje más remoto y conocido del que se puede saber de la familia Alvear es Diego Estanislao de Alvear Ponce de León, de origen español nacido el 13 de noviembre de 1749,4 que en 1770 llegó a ser brigadier general de la Real Armada Española. En 1804 cuando se encontraba regresando a España en un barco con toda su familia, buques ingleses atacaron su barco, fallecieron todos en el episodio, excepto él y Carlos MarÃa de Alvear. Años más tarde este último se caso con una andaluza y tuvo diez hijos, el quinto fue Torcuato Antonio nacido en Montevideo en 1822. En 1854 Torcuato contrajo matrimonio con MarÃa Elvira Dolores Pacheco, hija del general Ãngel Pacheco. Máximo Marcelo Torcuato de Alvear nació producto de ese matrimonio el 4 de octubre de 1868 en Buenos Aires, era el menor de siete hermanos (tres de ellos fallecieron en plena infancia) sus hermanos se llamaban Carmen, Ãngel y Carlos. Durante su juventud perteneció a la aristocracia porteña caracterÃstica que nunca trató de ocultarla, hecho que lo diferenció del carácter popular de Hipólito Yrigoyen.
Máximo Marcelo Torcuato de Alvear (Buenos Aires, 4 de octubre de 1868 — Don Torcuato, Provincia de Buenos Aires, 23 de marzo de 1942), fue un abogado y polÃtico argentino, que se desempeñó como embajador en Francia, diputado y décimo noveno Presidente de la Nación Argentina entre el 12 de octubre de 1922 y la misma fecha del año 1928. Su gobierno estuvo marcado por el avance automotor en la Argentina, la exitosa explotación petrolera, la ausencia de conflictos y el crecimiento económico, demostrado en el gran aumento del PIB por habitante, cuyo Ãndice para el año 1928 alcanzó el sexto puesto entre los más altos del mundo.1
Marcelo fue el último descendiente de la saga de dirigentes polÃticos de la familia Alvear.2 Tuvo un perfil legalista ante los pedidos de intervenir provincias por parte de sus correligionarios, contrariamente a las polÃticas de su antecesor, Hipólito Yrigoyen.
Alvear fue el lÃder de la facción "antipersonalista" de la UCR, en oposición a la figura personalista de Yrigoyen; al morir este último Alvear se convirtió en lÃder de la Unión CÃvica Radical. Fue preso polÃtico durante la década infame en la isla MartÃn GarcÃa, y por ello tuvo que recurrir al exilio a Europa.
Se presentó como candidato a la presidencia bajo la fórmula Alvear-Mosca en 1937. En esas elecciones ganarÃa el candidato Roberto Marcelino Ortiz, gracias al fraude electoral orquestado por los conservadores.
Marcelo Torcuato de Alvear asumió la presidencia de Argentina el 12 de octubre de 1922, pero su gabinete provocó una mala impresión entre muchos radicales, ya que casi ninguno de los ministros era amigo del ex presidente, aunque se trató, en todos los casos, de personalidades destacables.10 Ciertos nombramientos de ministros resultaron sorpresivos, como fue el caso del almirante Manuel Domecq GarcÃa, ferviente represor de las manifestaciones en huelga durante el gobierno de Yrigoyen, como asà también el nombramiento del general AgustÃn Justo, Saludos