Silvestre, un niño de ocho años, cuenta cómo terminó su niñez el dÃa en que su madre le comunicó, por un lado, que papá se habÃa ido lejos a buscar trabajo y ella tendrÃa que trabajar para dar de comer a la familia, y por otro, que los Reyes Magos no existen, y ese año los regalos serÃan muy escasos, pues apenas disponÃa la pobre mujer de un peso para comprar algo a los dos hijos. Asà es que al muchacho le corresponde asumir ciertas responsabilidades que lo harán convertirse en el “hombre de la casa”.
Answers & Comments
Verified answer
Por favor. Muchas gracias por la ayuda.
Esto este es un resumen ojala te sirva, aunque sea un poco
Este cuento pertenece una selección de los primeros relatos de Guillermo Cabrera Infante (1929-2005), ambientados en la Cuba pre-revolucionaria, agrupados bajo el nombre de “Asà en la paz como en la guerra”, escritos entre 1949 y 1958. En ellos describe la vida en La Habana de la época batistiana, la cual es más bien un cúmulo de problemas, y donde la gran masa de campesinos, trabajadores, desempleados, clases bajas, sufren las consecuencias de ese deterioro, todo ello contado de un modo sutil y eficaz a través del mundo de los niños.
Silvestre, un niño de ocho años, cuenta cómo terminó su niñez el dÃa en que su madre le comunicó, por un lado, que papá se habÃa ido lejos a buscar trabajo y ella tendrÃa que trabajar para dar de comer a la familia, y por otro, que los Reyes Magos no existen, y ese año los regalos serÃan muy escasos, pues apenas disponÃa la pobre mujer de un peso para comprar algo a los dos hijos. Asà es que al muchacho le corresponde asumir ciertas responsabilidades que lo harán convertirse en el “hombre de la casa”.
Se trata de una toma de conciencia, del paso de la niñez a la adolescencia, de la pérdida de la primera inocencia, que es relatada por el protagonista como tal. Silvestre comprende todo aquello que es posible a su corta edad: se entera de los problemas económicos de su madre, pero sobre todo le humilla tener que reconocer que no existen los Reyes Magos. En el momento en que su madre se lo comunica, dice:
“Sentà pena, rabia, ganas de llorar y ansias de hacer algo
malo. Sentà el ridÃculo en todas sus fuerzas al recordarme
mirando al cielo en busca del camino por donde vendrÃan los
Reyes Magos tras la estrella. “
Y con la pérdida de la inocencia, comienza la capacidad para empezar a hacer el mal: a partir de ese momento ya serÃa capaz de mentir, de disimular, de jugar a ser mayor engañando a su amigo con respecto al secreto que su madre le acababa de comunicar (la inexistencia de los Reyes):
“ Las lecciones de la hipocresÃa las aprende uno rápido.
TodavÃa faltaban muchos años para hacerme un hombre,
asà que debÃa seguir fingiendo que era un niño.