nunca lo eh creído como día malo, mas bien lo conozco por la famosa película martes 13 y ya. a si que por la noche me pondré mis palomitas y la veré como todos los años
Descuida, me di cuenta del acoso que sufren algunos usuarios por aquí y me gusta poner a basuras acosadoras en su lugar, como yzma que me doy cuenta que hasta acosa en anónimos a otras usuarias, la tipa está mal de la cabeza, no le hagas caso, y no es sarcasmo :3 ya sabes cualquier cosa solo grita ANÓNIMO y ahí estaré :3 no creo que me conozcas, soy de otra categoría, pero te ayudaré si te siguen molestando :3 saludos promesita :3
Tambien creo en la mala suerte debido a: romper un espejo, tirar la sal, pasar por debajo de una escalera, abrir un paraguas debajo de un techo, que el novio vea a la novia antes de la boda, un cuadro torcido u/o que cae de una pared del cual esta colgado y que un gato negro pase en frente de ti.
Pero soy inmune a todas esas cosas ya que un dia me encontre un trebol de 5 hojas.
Un martes 13 es igual que un lunes 12 o cualquier otro día. Los misticismos en ciertos días no tienen sentido, ya que no existe nadie que pueda manipular tanto las cosas para que coincidan con asuntos que son pura coincidencia o accidentes de la casualidad. La numerología es algo que carece de verdad científica o aunque sea ni en cálculo de probabilidades.
Envío un extracto de un artículo que trata el tema:
LA FASCINACIÓN POR LOS NÚMEROS
IMAGINÉMONOS un mundo sin números. No habría dinero, y el comercio se limitaría al trueque directo. ¿Y qué sucedería con los deportes? No solo seríamos incapaces de llevar la cuenta de los puntos, sino que ni siquiera podríamos establecer cuántos jugadores debe haber en cada equipo.
Pero además de ser prácticos, los números poseen un aura de misterio en virtud de su carácter abstracto, el cual nos impide percibirlos por la vista, el tacto o algún otro sentido. A modo de ilustración, las manzanas se caracterizan por su color, textura, tamaño, forma, aroma y sabor, lo que nos permite diferenciarlas de los limones, las pelotas u otros objetos. Pero no ocurre igual con los números. Así, entre una docena de artículos y otra tal vez no haya nada más en común que el hecho de contener doce unidades. De modo que comprender el significado de las cifras —por ejemplo, la diferencia entre 11 y 12— implica captar una idea muy abstracta, y es ahí donde entra en juego la mística de los números.
De Pitágoras a la pseudociencia
En las culturas antiguas era común atribuir un sentido especial a las cifras. Según Pitágoras, filósofo y matemático griego del siglo VI a.E.C., todo se reducía a patrones numéricos. Tanto él como sus seguidores creían que el universo denota orden y proporción. ¿No era posible, entonces, que las relaciones matemáticas constituyeran un elemento esencial de todo lo material?
Desde los tiempos de Pitágoras, se ha recurrido a los números para predecir el futuro, interpretar los sueños y auxiliar a la memoria. Hallamos adeptos a tales métodos en la cultura griega, el islam y la cristiandad. En el judaísmo, los cabalistas utilizaban un sistema numerológico denominado gematría, en el que atribuían un valor numérico a cada una de las veintidós letras de su alfabeto y decían que por este medio encontraban mensajes ocultos en las Escrituras Hebreas.
La numerología moderna es parecida. El especialista suele tomar como punto de partida el nombre y la fecha de nacimiento de una persona. Tras asignar el valor numérico correspondiente a cada letra del nombre, suma las cifras, junto con las del día y mes del nacimiento, para establecer los números clave del individuo. Luego les atribuye un sentido especial, y de este modo realiza lo que considera una descripción completa, que incluye detalles como su personalidad, deseos inconscientes y el destino que le espera.
El atractivo de esta técnica tal vez resida en la aparente exactitud de su análisis. “Muchos han llegado a creer en la numerología al ver lo bien que encajan los números con aquellos a quienes se aplican”, dice Edward Albertson en su libro Prophecy for the Millions. Pero también se la ha tildado de pseudociencia. ¿Por qué? ¿Habrá motivos para poner en duda sus afirmaciones?
¿Encierra la Biblia mensajes ocultos?
En su libro El código secreto de la Biblia, el periodista Michael Drosnin afirma que, con la ayuda del análisis informático, descubrió mensajes secretos en las Escrituras Hebreas. Por ejemplo, dice que el “código” reveló las palabras “asesino que asesinará” junto con el nombre del primer ministro israelí Yitzhak Rabin, y que lo descubrió un año antes del magnicidio.
Como cabía esperar, El código secreto de la Biblia generó bastante polémica. Dave Thomas, matemático y físico, demostró que el análisis informático de cualquier texto dado produce aparentes mensajes crípticos. Al aplicar dicho sistema al propio texto de Drosnin, Thomas obtuvo las palabras “código”, “tonto” y “fraude”. “Los mensajes ocultos pueden encontrarse en todas las obras —indica Thomas—, con tal de que uno esté dispuesto a dedicar tiempo y esfuerzo a examinar el inmenso campo de las probabilidades.”
Dado que una computadora posee la capacidad de realizar un sinfín de cálculos, es probable que encuentre alguna combinación de letras que pudiera considerarse una especie de predicción. Pero es tan solo una coincidencia, y no prueba en modo alguno que la Biblia contenga mensajes ocultos.
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Mi vecina que gusta de quemar incienso y prenderle velas a sus santos claro que hoy es su día. Yo no creo en supersticiones :)
Yo creo: este año ya hubo dos! (Es fácilmente comprobable...)
nunca lo eh creído como día malo, mas bien lo conozco por la famosa película martes 13 y ya. a si que por la noche me pondré mis palomitas y la veré como todos los años
Buen dia Anonimo(a) que tal tus dos puntotes eh? Andá a ver si necesitan algo tus "mascotas" cobar-dit@ encapuchada.
Promesita volviste :3 aquí tu fiel ayudante ;)
Descuida, me di cuenta del acoso que sufren algunos usuarios por aquí y me gusta poner a basuras acosadoras en su lugar, como yzma que me doy cuenta que hasta acosa en anónimos a otras usuarias, la tipa está mal de la cabeza, no le hagas caso, y no es sarcasmo :3 ya sabes cualquier cosa solo grita ANÓNIMO y ahí estaré :3 no creo que me conozcas, soy de otra categoría, pero te ayudaré si te siguen molestando :3 saludos promesita :3
Tambien creo en la mala suerte debido a: romper un espejo, tirar la sal, pasar por debajo de una escalera, abrir un paraguas debajo de un techo, que el novio vea a la novia antes de la boda, un cuadro torcido u/o que cae de una pared del cual esta colgado y que un gato negro pase en frente de ti.
Pero soy inmune a todas esas cosas ya que un dia me encontre un trebol de 5 hojas.
el día de la mala suerte es el viernes 13
Si gentecita esta
Un martes 13 es igual que un lunes 12 o cualquier otro día. Los misticismos en ciertos días no tienen sentido, ya que no existe nadie que pueda manipular tanto las cosas para que coincidan con asuntos que son pura coincidencia o accidentes de la casualidad. La numerología es algo que carece de verdad científica o aunque sea ni en cálculo de probabilidades.
Envío un extracto de un artículo que trata el tema:
LA FASCINACIÓN POR LOS NÚMEROS
IMAGINÉMONOS un mundo sin números. No habría dinero, y el comercio se limitaría al trueque directo. ¿Y qué sucedería con los deportes? No solo seríamos incapaces de llevar la cuenta de los puntos, sino que ni siquiera podríamos establecer cuántos jugadores debe haber en cada equipo.
Pero además de ser prácticos, los números poseen un aura de misterio en virtud de su carácter abstracto, el cual nos impide percibirlos por la vista, el tacto o algún otro sentido. A modo de ilustración, las manzanas se caracterizan por su color, textura, tamaño, forma, aroma y sabor, lo que nos permite diferenciarlas de los limones, las pelotas u otros objetos. Pero no ocurre igual con los números. Así, entre una docena de artículos y otra tal vez no haya nada más en común que el hecho de contener doce unidades. De modo que comprender el significado de las cifras —por ejemplo, la diferencia entre 11 y 12— implica captar una idea muy abstracta, y es ahí donde entra en juego la mística de los números.
De Pitágoras a la pseudociencia
En las culturas antiguas era común atribuir un sentido especial a las cifras. Según Pitágoras, filósofo y matemático griego del siglo VI a.E.C., todo se reducía a patrones numéricos. Tanto él como sus seguidores creían que el universo denota orden y proporción. ¿No era posible, entonces, que las relaciones matemáticas constituyeran un elemento esencial de todo lo material?
Desde los tiempos de Pitágoras, se ha recurrido a los números para predecir el futuro, interpretar los sueños y auxiliar a la memoria. Hallamos adeptos a tales métodos en la cultura griega, el islam y la cristiandad. En el judaísmo, los cabalistas utilizaban un sistema numerológico denominado gematría, en el que atribuían un valor numérico a cada una de las veintidós letras de su alfabeto y decían que por este medio encontraban mensajes ocultos en las Escrituras Hebreas.
La numerología moderna es parecida. El especialista suele tomar como punto de partida el nombre y la fecha de nacimiento de una persona. Tras asignar el valor numérico correspondiente a cada letra del nombre, suma las cifras, junto con las del día y mes del nacimiento, para establecer los números clave del individuo. Luego les atribuye un sentido especial, y de este modo realiza lo que considera una descripción completa, que incluye detalles como su personalidad, deseos inconscientes y el destino que le espera.
El atractivo de esta técnica tal vez resida en la aparente exactitud de su análisis. “Muchos han llegado a creer en la numerología al ver lo bien que encajan los números con aquellos a quienes se aplican”, dice Edward Albertson en su libro Prophecy for the Millions. Pero también se la ha tildado de pseudociencia. ¿Por qué? ¿Habrá motivos para poner en duda sus afirmaciones?
¿Encierra la Biblia mensajes ocultos?
En su libro El código secreto de la Biblia, el periodista Michael Drosnin afirma que, con la ayuda del análisis informático, descubrió mensajes secretos en las Escrituras Hebreas. Por ejemplo, dice que el “código” reveló las palabras “asesino que asesinará” junto con el nombre del primer ministro israelí Yitzhak Rabin, y que lo descubrió un año antes del magnicidio.
Como cabía esperar, El código secreto de la Biblia generó bastante polémica. Dave Thomas, matemático y físico, demostró que el análisis informático de cualquier texto dado produce aparentes mensajes crípticos. Al aplicar dicho sistema al propio texto de Drosnin, Thomas obtuvo las palabras “código”, “tonto” y “fraude”. “Los mensajes ocultos pueden encontrarse en todas las obras —indica Thomas—, con tal de que uno esté dispuesto a dedicar tiempo y esfuerzo a examinar el inmenso campo de las probabilidades.”
Dado que una computadora posee la capacidad de realizar un sinfín de cálculos, es probable que encuentre alguna combinación de letras que pudiera considerarse una especie de predicción. Pero es tan solo una coincidencia, y no prueba en modo alguno que la Biblia contenga mensajes ocultos.