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El sustantivo “poder” inevitablemente me sugiere dominio, opresión, ausencia de libertad. Pero también complicidad.

¿Qué es? No estoy segura. Quizá sea instintivo o tenga al menos un componente de esa naturaleza. Se observa también en otras especies animales esa tendencia a la establecer relaciones sociales que incluyen la jerarquía.

Por alguna razón parece ser indisoluble de la autoridad cuando se trata de organización política. Es como un flagelo que acompaña al fenómeno político y al cual sucumben hasta los mejor intencionados, los más éticos, los más puros. Además de ser ostensible la facultad que parece tener el poder para perpetuarse, para tomar forma propia a tal punto que se puede percibir como una entidad que atraviesa la estructura social y es constante a pesar de las posibles variaciones en los actores. Porque el poder político y el económico van de la mano, camino de ida y vuelta, claro está.

Se suele decir que el poder corrompe. Yo creo que el poder es la corrupción, la corrupción de la superioridad.

La superioridad en sí misma es un hecho que considero natural. Se ve en la genética, en el proceso de maduración, en los talentos individuales, en la especialización.

Lo que no considero natural, o por lo menos deseable, es que esa superioridad sea estática en lugar de dinámica, que no fluya en sentido positivo hacia la paridad, en forma de progreso, de generosidad, con un dinamismo armónico. Que la superioridad se utilice egoísta y mezquinamente para reproducirse a sí misma de modo de mantener una estructura dada que favorece inexorablemente a costa de desfavorecer a otros.

En el caso de la política, el poder sería la corrupción asociada al ejercicio de la autoridad pública. Y subsiste a pesar de definirse a la competencia gubernamental exactamente al revés, o por el camino inverso, a como se reconoce y garantiza lo que le es permitido al ciudadano.

Por definición el ciudadano lo puede todo salvo aquellos derechos que una ley, y a consecuencia de un interés general, le limite. En cambio, el que desempeñe un cargo público de gobierno, en uso de esa función, lo tiene prohibido todo salvo lo que la ley específica y taxativamente lo faculte a hacer. Obviamente, se pretende que exista competencia y responsabilidad, se otorga la necesaria autoridad para hacer posible el desempeño de la función, pero se intenta evitar un resultado de poder.

Queda claro que el objetivo no se logra, quizá en parte porque el poder juega con otra baraja, suele financiarse en lo ilegal, y se organiza de tal suerte que la censura y el control no operan. Y en esa organización hay complicidades muy obvias. La sociedad puede ejercer el control para que la estructura de poder no se reproduzca, pero no lo hace. En esa ausencia de honesta censura y en el abstenerse de ejercer los mecanismos de control y penalización de abusos está la connivencia. Por algo prospera la democracia representativa en detrimento de la directa; aún cuando se prevén en la representativa mecanismos sencillos para ejercer la directa, la misma difícilmente se organiza. Y, para seguir la lógica, esos mecanismos la hacen muy costosa en términos económicos.

En una pregunta que hiciste a fines del año pasado yo te comentaba que no entiendo ese fenómeno, pero es imposible de negar, en el fondo, nos auto-esclavizamos, pedimos a gritos que nos dominen, que otros asuman la responsabilidad por nosotros. No veo una evolución que acompañe a los otros campos en los que el quehacer humano no parece estar acotado. En este terreno no hay progresos, pues de lo contrario el poder moriría, sin embargo, a través de la historia simplemente se observa como se reorganiza, cambia de nombre, de mecanismos, de distribución, de escala…

La única forma de luchar contra ese fenómeno que atraviesa toda expresión de socialización humana es, a mi modo de ver, la de asumir la responsabilidad individual, la de relacionarnos uno a uno a todos los niveles. La descentralización, las autonomías. El respeto por las facultades que nos han sido otorgadas y la aceptación de que todos somos capaces de ejercerlas, sin despectivos padrinazgos.

Pero para eso no se puede ser débil, no se puede ser cómodo, es necesario usar el intelecto, la voluntad, asumir la responsabilidad, crecer sicológicamente y posicionarse en un yo adulto.

Asimismo, educar para aprender a aprender en lugar de adoctrinar. Aprender a hacer preguntas en lugar de aspirar a escuchar respuestas. La pereza y la desidia no entrarían aquí. El miedo tampoco. Y ciertamente, todos hemos sido, en mayor o menor medida, educados en función del miedo y es al miedo al que le rendimos honores y le tenemos respeto, de tal suerte que acabamos pasando de la libertad.

En lo personal, no me considero una persona propensa a detentar poder. De hecho, siempre he sentido repulsión por las relaciones interpersonales cargadas de poder. Me lo han hecho sentir, claro que sí. En lo estatal, en lo político, en lo económico, en lo laboral (tanto con formato de explotación como de acoso sexual), y también en las relaciones de pareja. En lo familiar no tanto, autoridad sí, incompatibilidad de caracteres también, poder muy poco, quizá algo de eso llamado chantaje emocional.

Cabe destacar que tampoco entro en ese juego, me ha costado sacrificar cosas y, por mis circunstancias, se ha atribuido esto a un orgullo desmedido que es necesario aterrizar. Pero, sea como sea, creo no haber retroalimentado la cosa. Y ya dije que, en mi opinión, en esas dinámicas siempre hay complicidad, yo no veo tantas víctimas ni tantos victimarios. Sólo cuando una de las dos partes está en auténtica inferioridad de condiciones, que no es lo mismo que depender. Depender es, la mayoría de las veces, una opción conciente y cómoda. Y el juego se arma en la dependencia, luego de “legitimado”, se aprovecha también de lo otro. Quién tiene carácter, iniciativa y voluntad de sacrificio, o sea aquella persona libre, siempre encuentra como sacudirse la opresión aunque haya que poner la supervivencia en juego.

Entonces a lo que mi razonamiento me conduce es a que justamente ese poder es aceptado en una medida muchísimo mayor de lo que es rechazado. Y, lamentablemente, hay una aplastante mayoría que lo requiere. La responsabilidad de ser libre no es un valor tan socialmente aceptado como parece.

Y eso es lo que tiene que cambiar, quizá cambiando la educación, como te decía antes. Tanto para no reproducir esa estructura perversa, como para quizá reprimir el componente instintivo que pueda tener, favoreciendo la grandiosa capacidad intelectual que poseemos en detrimento del instinto. Como resultado habrá un cambio cultural que censure al poder en términos reales y no de dientes para afuera. Mientras el poder sea un valor lo veremos en todos lados.

Y creo en la educación como instrumento porque no veo en el ejercicio de toda autoridad una inexorable estructura de poder. He experimentado la autoridad desprovista de poder, de hecho casi todos hemos tenido esas vivencias. Eso es posible, pero quienes ejercen la autoridad, y quienes se someten a ella, deben ser personas libres y responsables, lo cual siempre involucra sencillez, generosidad, respeto, cerebros que no sean perezosos, fortaleza de carácter y una estructura de valores acorde.

Y también he experimentado lo que es relacionarse afectivamente sin oprimirnos con las superioridades de cada quien, lo cual no implica una involución sino brindar al otro el desafío y el respeto para recorrer el camino hacia la equidad que siempre implica un crecimiento mutuo. De modo que ejerciendo la paridad en todos los ámbitos, es como se la alcanza.

Lejos de seducirme el poder, a mí es esto último lo que me seduce.

Pienso que hay que sincerarse y definir qué es lo que nos seduce actualmente y cómo quisiéramos ser seducidos si la equidad es el objetivo.

Te mando un beso.

La multiplicación.

ay un poder bueno por ejemplo la autoconfianza y otro malo la manipulacion el exeso trae caos, siendo libres de todo apego e ilusion nos libramos de este "PODER" el cual no podria ser ejecido si somos libres

ke pregunta espero ke seas libre dany

El poder es un asunto muy complejo, se da en casi todas las relaciones humanas, tanto asi es que hay una cuestion que se denomina micropoder que es en el ambito familiar, eso que se dice "quien lleva los pantalones en casa" es una expresion de poder. No creo que sea una relacion buena, yo creo que las relaciones de poder joden mucho a los seres humanos, no tendria que ser asi, sobre todo en una pareja yo creo en el dialogo y el consenso acordado por ambos, el sometimiento no es bueno, sobr todo para la victima, porque no es respetada en su integridad.

Los que abusan de poder en una sociedad es vergonzoso, pero lamentablemente algunas cuestiones estan socialmente aceptadas.

El acoso sexual es una forma de ejercer poder sobre otra persona que esta generalmente en inferioridad de condiciones.

Pero tambien ejercemos poder con los nños cuando no nos hacen caso, con los ancinos porque no respetamos su opinion y tantas otras cuestiones que la sociedad acepta y que no debieran existir. La lucha contra ello es por conseguir o lograr una sociedad mejor equitativa en todo sentido.

Mira te lo hago mas sencillo, para mi el poder, es el ejercicio de la autoridad que nos dieron... Como se tiene que ejercer..con autoridad, respeto y fundamentalmente con conciencia .y cuando los infringen tenemos el poder en lo politico, con el VOTO....en lo social, con la educacion y en otros casos con la PENA....en lo sexual con el DIALOGO o sino CHAUUU, el lo familiar con la CHARLA Y EL DEBATE FUNDAMENTADO...en lo economico , es lo mas dificil.....porque a veces en este punto esta lo social y lo politico.....y no depende siempre de nosotros..

Espero haber llenado tus expectativas.....

el poder es aquel que manda en ti ya sea en cualquier aspecto y que sabe que puede dominarte por que aveses no tienes conocimiento de algo y sabe que te puede tener en cualquier momento. puedes luchar esforzandote para saber y poder tener poder y tienes que encontrar tu punto devil

De sociologia hay creo dos poderes Lider y Dictador,

En lo que se refiere a Politico ellos deberian se sirvientes de

los votantes, pero lo ponen en poder escribir las leyes y alli comienzan con las bases del ser humano "primero Yo" y

abusan. Poder sexual???? (no te entiendo la mujer es mas poderosa)

Luchar se puede si se tiene "poder" para conseguir mayoria y tu tienes la verdad (siempre es ley) y vences a ciertas leyes

(la ley no es la justicia o verdad) hhhmmmm un tema largo

Es la capacidad de conseguir lo que se propones una persona.

En términos generales entiendo EL PODER como aquella capacidad o facultad que tienes para hacer o no hacer las cosas, puede ser en términos jurídico, espiritual, político, económico y en todo aspecto de la vida.

Saludos.