Sabemos que el resucitó por lo que está escrito en su palabra, además el ha cambiado la vida de millones de personas alrededor del mundo, incluyendo la mia. El ha sanado, ha libertado y te ama tanto que te está esperando con los brazos abiertos. Shalom.
Jesús no resucitó, porque la resurrección es imposible. Si hubiese resucitado, tendría que morir de nuevo para elevarse al "cielo" o volver para el lado espiritual. Jesús apenas se materializó en espíritu, y todos pensaron que hubiese resucitado.
Lázaro también no resucitó. Él era letargo, que le daba la apariencia de muerte. Como Jesús lo sabía, apenas lo despertó con sus poderosas energías.
Sólo existe la reencarnación, que es mucho más lógica y racional.
Pero, eso no importa. La vida y las enseñanzas de Jesús sí importan, y tienen un significado muy grande en mi vida.
No lo se, nadie lo sabe, solo esta escrito en un libro, en mi caso la razón me hace pensar que no resucito, como es posible que lo haya hecho? No tiene sentido, no hay pruebas mas que un libro, que tampoco se sabe de donde salio.
No creo en Jesus, solo en Dios, la razon misma me dice que deve de haber algo de donde haya salido todo, que haya creado todo, que ordene los cambios en el mundo.
El edificio de la Iglesia está sustentado por dos pilares: la Sagrada Escritura y la Tradición. Fue por haber negado esta última, que los protestantes terminaron cayendo en el vacío. Enredándose en las dificultades exegéticas de los libros sagrados, comenzaron por dudar de algunas partes de los relatos evangélicos, llegando por fin a cuestionar toda su historicidad, que no depende de la fe, pero es su preámbulo.
Los primeros cristianos adquirieron la fe por la prédica de los Apóstoles, acompañada y refrendada por prodigios y milagros extraordinarios, por el testimonio de los discípulos de Nuestro Señor
Como decía el mismo San Pablo, fides ex auditu — “la fe proviene de oír” (Rom. 10, 17), es decir, por la predicación. Lo cual es válido también después de la elaboración de los escritos del Nuevo Testamento,
Es a esta transmisión continua en la Iglesia, de generación en generación —bajo la inspiración del Espíritu Santo— de los hechos de la vida de Jesús y de sus enseñanzas, que se llama Tradición. Ella misma fue en buena medida escrita posteriormente, a partir de los Padres Apostólicos y de los Padres de la Iglesia.
La cultura occidental viene siendo marcada, en los últimos siglos, por el espíritu racionalista.
El racionalismo hace una aplicación obtusa, rígida e inadecuada de la razón al estudio de los seres y acontecimientos de la realidad. Busca reducir la realidad —que es siempre muy sutil— a esquemas rígidos, “geométricos”, “matemáticos”, como si todo en la naturaleza tuviese que tener obligatoriamente contornos definidos por líneas y figuras regulares. El racionalista quisiera que la realidad se ajustase a sus esquemas mentales supuestamente claros, definidos y precisos, y por eso acaba distorsionando la realidad, presentándola como ella no es.
El racionalista quisiera que cada paso de la vida de Nuestro Señor Jesucristo hubiese sido objeto de un “proceso verbal”, con un notario registrando minuciosamente todos los hechos,
En la concepción racionalista, los Evangelios deberían haber sido escritos por historiadores como los graduados hoy, digamos, en la Sorbona o en Harvard, que hubiesen hecho investigaciones exhaustivas ante los testigos aún vivos, todo debidamente anotado y documentado. Pero los Evangelios no fueron hechos así. Las verdades de nuestra Fe se transmitieron inicialmente de modo oral, y solamente después de algún tiempo los discípulos sintieron la necesidad de fijar por escrito esa enseñanza oral. Sus autores pusieron. Sus autores pusieron entonces por escrito lo que atestiguaron directamente (de visu), o lo que oyeron (de auditu) de la prédica de los Apóstoles, de una manera viva. De ahí las pequeñas discrepancias, que siempre aparecen cuando se le hace a otro el relato de algo que se vio u oyó.
En verdad, no todo lo que Nuestro Señor dijo o hizo fue colocado en los Evangelios. Jn (21, 25).
Lo que no fue escrito, sin embargo, continuó transmitiéndose oralmente por los sucesores de los Apóstoles, y nos llegó hasta hoy por lo que se llama la Tradición
Aunque la Escritura no intenta “probar” que Jesús fue resucitado de entre los muertos, si presenta evidencias concluyentes del hecho de que Él verdaderamente resucitó. La resurrección de Cristo está registrada en Mateo 28:1-20; Marcos 16:1-20; Lucas 24:1-53 y Juan 20:1-21:25. La resurrección de Cristo también aparece en el libro de Los Hechos (Hechos 1:1-11). De estos pasajes puedes obtener muchas “pruebas” de la resurrección de Jesucristo. Fíjate en el dramático cambio en los discípulos. Ellos fueron del temor que los hizo esconderse en un cuarto, al entusiasmo y propagación del Evangelio por todo el mundo. ¿Qué otra cosa pudo explicar este dramático cambio en ellos, sino la experiencia de ver a Jesucristo resucitado?
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Sabemos que el resucitó por lo que está escrito en su palabra, además el ha cambiado la vida de millones de personas alrededor del mundo, incluyendo la mia. El ha sanado, ha libertado y te ama tanto que te está esperando con los brazos abiertos. Shalom.
Jesús no resucitó, porque la resurrección es imposible. Si hubiese resucitado, tendría que morir de nuevo para elevarse al "cielo" o volver para el lado espiritual. Jesús apenas se materializó en espíritu, y todos pensaron que hubiese resucitado.
Lázaro también no resucitó. Él era letargo, que le daba la apariencia de muerte. Como Jesús lo sabía, apenas lo despertó con sus poderosas energías.
Sólo existe la reencarnación, que es mucho más lógica y racional.
Pero, eso no importa. La vida y las enseñanzas de Jesús sí importan, y tienen un significado muy grande en mi vida.
Reencarnacion: clave de la evolucion.
http://www.youtube.com/watch?v=kLHzVtwU5JM
REENCARNACION: ¿TEORIA O REALIDAD? - YouTube
http://www.youtube.com/watch?v=-O9WeYwUWSU
LOS HIJOS DEL AYER (Película completa, sobre reencarnación)
https://www.youtube.com/watch?v=ZJG7jcLmPkE
No lo sé.
No tiene significado en mi vida.
Nadie sabe si Jesucristo resucitó o no. Simplemente lo creen y punto. Saber ≠ creer.
Se sabe por los testimonios y fuentes históricas que acreditan este hecho. Lo significa todo en mi vida.
me da igual ,se que son mentiras
No lo se, nadie lo sabe, solo esta escrito en un libro, en mi caso la razón me hace pensar que no resucito, como es posible que lo haya hecho? No tiene sentido, no hay pruebas mas que un libro, que tampoco se sabe de donde salio.
No creo en Jesus, solo en Dios, la razon misma me dice que deve de haber algo de donde haya salido todo, que haya creado todo, que ordene los cambios en el mundo.
ok
El edificio de la Iglesia está sustentado por dos pilares: la Sagrada Escritura y la Tradición. Fue por haber negado esta última, que los protestantes terminaron cayendo en el vacío. Enredándose en las dificultades exegéticas de los libros sagrados, comenzaron por dudar de algunas partes de los relatos evangélicos, llegando por fin a cuestionar toda su historicidad, que no depende de la fe, pero es su preámbulo.
Los primeros cristianos adquirieron la fe por la prédica de los Apóstoles, acompañada y refrendada por prodigios y milagros extraordinarios, por el testimonio de los discípulos de Nuestro Señor
Como decía el mismo San Pablo, fides ex auditu — “la fe proviene de oír” (Rom. 10, 17), es decir, por la predicación. Lo cual es válido también después de la elaboración de los escritos del Nuevo Testamento,
Es a esta transmisión continua en la Iglesia, de generación en generación —bajo la inspiración del Espíritu Santo— de los hechos de la vida de Jesús y de sus enseñanzas, que se llama Tradición. Ella misma fue en buena medida escrita posteriormente, a partir de los Padres Apostólicos y de los Padres de la Iglesia.
La cultura occidental viene siendo marcada, en los últimos siglos, por el espíritu racionalista.
El racionalismo hace una aplicación obtusa, rígida e inadecuada de la razón al estudio de los seres y acontecimientos de la realidad. Busca reducir la realidad —que es siempre muy sutil— a esquemas rígidos, “geométricos”, “matemáticos”, como si todo en la naturaleza tuviese que tener obligatoriamente contornos definidos por líneas y figuras regulares. El racionalista quisiera que la realidad se ajustase a sus esquemas mentales supuestamente claros, definidos y precisos, y por eso acaba distorsionando la realidad, presentándola como ella no es.
El racionalista quisiera que cada paso de la vida de Nuestro Señor Jesucristo hubiese sido objeto de un “proceso verbal”, con un notario registrando minuciosamente todos los hechos,
En la concepción racionalista, los Evangelios deberían haber sido escritos por historiadores como los graduados hoy, digamos, en la Sorbona o en Harvard, que hubiesen hecho investigaciones exhaustivas ante los testigos aún vivos, todo debidamente anotado y documentado. Pero los Evangelios no fueron hechos así. Las verdades de nuestra Fe se transmitieron inicialmente de modo oral, y solamente después de algún tiempo los discípulos sintieron la necesidad de fijar por escrito esa enseñanza oral. Sus autores pusieron. Sus autores pusieron entonces por escrito lo que atestiguaron directamente (de visu), o lo que oyeron (de auditu) de la prédica de los Apóstoles, de una manera viva. De ahí las pequeñas discrepancias, que siempre aparecen cuando se le hace a otro el relato de algo que se vio u oyó.
En verdad, no todo lo que Nuestro Señor dijo o hizo fue colocado en los Evangelios. Jn (21, 25).
Lo que no fue escrito, sin embargo, continuó transmitiéndose oralmente por los sucesores de los Apóstoles, y nos llegó hasta hoy por lo que se llama la Tradición
Porque lo dice la escritura y lo creo.
Aunque la Escritura no intenta “probar” que Jesús fue resucitado de entre los muertos, si presenta evidencias concluyentes del hecho de que Él verdaderamente resucitó. La resurrección de Cristo está registrada en Mateo 28:1-20; Marcos 16:1-20; Lucas 24:1-53 y Juan 20:1-21:25. La resurrección de Cristo también aparece en el libro de Los Hechos (Hechos 1:1-11). De estos pasajes puedes obtener muchas “pruebas” de la resurrección de Jesucristo. Fíjate en el dramático cambio en los discípulos. Ellos fueron del temor que los hizo esconderse en un cuarto, al entusiasmo y propagación del Evangelio por todo el mundo. ¿Qué otra cosa pudo explicar este dramático cambio en ellos, sino la experiencia de ver a Jesucristo resucitado?